Filtración de aire en espacios cerrados para reducir riesgos durante la pandemia de coronavirus

Más de un año después del inicio de la pandemia, sabemos que la mayoría de contagios se producen en espacios mal ventilados. La filtración de aire es fundamental

Esta entrega es el segundo capítulo de nuestra serie sobre Covid-19 y climatización. En el artículo anterior, hablamos de cómo mejorar la calidad del aire, y explicamos qué tipo de medidas se pueden adoptar de forma individual y cuáles requieren asistencia profesional. En esta ocasión, profundizamos en la importancia de la adecuada filtración de aire en espacios cerrados, especialmente para reducir riesgos durante la pandemia de coronavirus.

La importancia de un aire limpio

Cuando respiramos, no solo inhalamos oxígeno, sino las micropartículas que están flotando en el aire a nuestro alrededor. Desde ácaros hasta polen, polvo, bacterias o incluso virus: en el aire, cualquier partícula que esté por debajo de determinado peso puede encontrarse en suspensión.

La pandemia de coronavirus no ha hecho sino aumentar la importancia de la renovación y filtración de aire en espacios cerrados. Dependiendo del contexto, en algunas salas es importantísimo, y en otras directamente imprescindible.

Cuándo es necesario preocuparse por la filtración de aire

Es necesario mantener bien ventilados todos aquellos lugares donde haya confluencia de personas no convivientes, especialmente si se desarrollan en ellos actividades de intensidad o si son espacios muy concurridos, como supermercados o  zonas de ocio. Para ello, se pueden adoptar medidas de ventilación y renovación de aire, algunas que podemos implementar de forma casera, y otras más complejas que requieren de intervención profesional, tal y como explicamos en nuestra entrega anterior.

Sin embargo, en algunos contextos, es muy difícil o imposible renovar el aire a la velocidad necesaria (como referencia, 20 renovaciones por hora en entornos de riesgo y 10 en entornos seguros). En otras ocasiones, el aire de una estancia tiene que pasar por otras para salir al exterior (y viceversa), o no es posible la ventilación del espacio durante períodos de tiempo. Es, por ejemplo, el caso de los aviones, que reutilizan el aire que circula en la cabina mediante un sistema de filtrado.

Niveles de filtración

Dentro de los sistemas de filtración, hay diferentes categorizaciones, dependiendo del tipo de filtro que se haya escogido en función de las necesidades del espacio. Es necesario un asesoramiento profesional para hacer una medición precisa de las dimensiones del espacio, del volumen del aire, y de si la actividad que se desarrolla dentro permite una renovación parcial del aire (como es el caso de los hoteles, por ejemplo), o si la renovación y filtración del aire debe de ser constante y completa, como es el caso de un quirófano.

Cuando hablamos de los niveles de filtración, nos referimos a ellos con una escala numérica. Los diferentes filtros (F1, F2, F3, etc.), filtran x número de partículas, según el diámetro de estas. Como referencia, el filtro F9 es el estándar para zonas con bajo riesgo de contaminación. A mayor sea el número que acompaña el filtro, mayor es la eficacia de filtración.

En los hospitales, por ejemplo, existen zonas con menores requisitos de filtración (en los que los filtros F9 cumplen una función adecuada). Sin embargo existen zonas críticas donde resulta fundamental contar con este tipo de filtración avanzada. Así espacios como bloque quirúrgico, UCIs, salas de tratamiento de infecciosos … precisan de este nivel de seguridad que aportan los filtros HEPA.

Los filtros HEPA en entornos críticos

Los filtros HEPA son una categorización estándar de filtración. Las siglas en inglés son High Efficiency Particulate Arresting. Este estándar de eficiencia se aplica a filtros que tienen la capacidad de evitar la propagación de bacterias, virus y otros agentes patógenos en entornos donde se respira aire recirculado.

Para que un filtro sea catalogado como de Alta Eficiencia, debe de poder arrestar en su interior partículas de hasta 0,3 µm (micrómetros) de grosor. La razón de tan alta exigencia es que, en determinados entornos que llamamos críticos, es imprescindible impedir que circulen libremente por el aire algunas partículas que pueden llegar a ser patógenas para los seres vivos.

Este es el caso, por supuesto, de las zonas críticas de centros médicos y hospitalarios, donde es necesaria una depuración del aire muy exigente. Otros entornos como algunos laboratorios o salas blancas, zonas de trabajo expuestas a determinados agentes químicos… también necesitan de esta filtración avanzada para configurar espacios seguros.

Cuenta con profesionales para la filtración de aire

Tras más de dos décadas en el sector, y con la confianza de nuestros clientes, desde Anelair hemos estado preparados para enfrentar los retos y necesidades de ventilación y filtración de aire que por desgracia ha planteado la pandemia de coronavirus.

Si estás buscando una forma de transformar tu entorno social o de trabajo en un espacio más seguro, contacta con nosotros. Te podremos asesorar de forma integral para que tomes la mejor decisión para tu proyecto. Porque, en estos tiempos que estamos viviendo, la seguridad ha de ser lo primero.